Yoko Ono, además de toque nipón del equipo, es un
jugador polivalente, pues él pierde, empata o gana todos los partidos de Intocables, hasta ahí llega su influencia radical en nuestro fútbol. La meditación a la que somete su espíritu antes de los partidos tiene subyugados a dietistas, nutricionistas y otros expertos en rendimiento deportivo. La enchufa, la mete, es la pimienta que le faltaba al equipo
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