Intocables es su propia competencia. Tras arrastrarse ante un equipo de cuatro jugadores y marear el balón para no dejarse remontar (véase semifinales), el equipo compareció a la final pachorrón y pacienzudo.
Según llegamos los primeros de nosotros, los rivales llevaban un rato calentando. Conforme el árbitro pedía la comparecencia de los jugadores, terminamos de vestirnos; y unos diez segundos antes de empezar el partido no sabíamos quienes portaban el orgullo de ser titulares. Sales tú, no? No, que no me calza la bota.
Así las cosas no tiene nada de raro que aún jugando algo mejor llegáramos al descanso perdiendo, carentes de furia competitiva, faltos de la tensión determinante.
La agonía empezó así. Balón dividido, a solas nuestro cierre (con posición ganada, que siempre se coloca bien) con el perro de presa de GANDIA. El perro de presa muerde, empuja, hace falta, o eso nos parece, pero el árbitro no ve/pita nada y el ogro miserable marca gol.
El siguiente sobre nuestras mallas cayó tras una desafortunada pérdida en el centro del campo. Un 2X1 defensivo de nuestros rivales sobre la salida del balón tuvo la culpa, y como los dos regates consecutivos no salieron, y nadie acudió en ayuda, pues allí se plantaron para ponerse en ventaja con toda justicia.
2-0 en contra. Busquets no ha olido el balón, y lo que es peor, el portero contrario tampoco. Jugábamos mejor, pero sin dar miedo, pues dominábamos todo el campo a excepción de las áreas.
Al descanso supimos (con nuestra lucidez habitual) que teníamos una tarea difícil por delante, pero nos confabulamos entre todos mientras PanzerWagen hablaba/discutía de forma animada con el árbitro.
Probamos unos cuantos tiros a puerta (o cercanos a la misma) estiramos un poco, hablamos un poco con Marta, nuestro ángel, fan number one y proveedora de DNIs en tiempo de descuento, nos reímos del árbitro, que buscaba sin descanso a un jugador llamado Carlos Deustch, nos preparamos, en fin, para la remontada.
Esta vez el dominio fue demoledor. Asumimos riesgos, pero el partidazo de los Schaddy en cobertura y apoyo de ataque, fue mayúsculo- especialmente brillante Tirolés, MVP del torneo-, Tira Ya enhebró bien, y repetidamente, con Yoko, Abreu se fajó hasta volver a merecer su nombre con un fallo garrafal, Tanqueta estrelló su ímpetu contra el palo, el ombligo de Munitis falló un remate a puerta vacía, y el peor del partido, S.Folleitor, enmarañado y nervioso, metió de puntera un gol por la escuadra, el 2-1.
Llegamos al borde del empate, acogotando al rival con presión por todo el campo y con la salvaguarda de Robusquets, muy meritorio en dos acciones que hubieran defenestrado nuestras ilusiones. Pero hasta ahí llegamos, gloriosos SUBcampeones.
Acta del Partido
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